Dejar ir, seguir caminando hacia delante sin mirar atrás...fácil de decir.
Sentir el fracaso en cada paso que das hacia delante, uno tras otro, sin saber que rumbo tomar porque te dejaste tu timón atrás.
Pensar que es lo correcto, pero tener la duda en tu corazón de si no estás cometiendo el mayor error de tu vida. Y sabes que con cada paso que das cada vez es más difícil la vuelta atrás.
Recordar cada momento, cada beso, cada caricia, todos grabados a fuego en tu corazón... Y seguir caminando.
Decirte que debes ser fuerte por los dos, pero sobre todo por su felicidad.
Y seguir caminando , aguantando las ganas de mirar atrás, las ganas de tirar del hilo y atraer lo que aún tanto amas.
Analizar y desmenuzar en tu cabeza cada palabra mal dicha, cada paso mal dado en el pasado , que te llevo a este camino árido y triste. Pensar si no se pudo hacer de otra manera...y desistir.
Tener la idea loca de salir corriendo hacia atrás muy rápido, sin importarte nada ni nadie y volver a sus brazos.
Y entonces rendirte, mirar hacia abajo y decirte que no, que no hay vuelta, que todo se perdió, sentir tu corazón hecho pedazos pero saber que no hay otro camino más que el que sigue hacia delante...no hay vuelta atrás.