Paso un invierno, una primavera y casi dos veranos.
Nos perdimos miles de besos, rincones por descubrir, paseos agarrados de la mano, desayunos que compartir, aquel concierto al que nunca llegamos a ir.
Me perdí miles de discusiones estúpidas.
Me dejaste a deber paseos entre cerezos en flor tantas veces prometidos...me lo perdí.
Olvidaste aquella camisa de pijama tan calentita...aun sigue tras la puerta de mi habitación. Ya no huele a aquella fragancia tan rica...pasaron casi dos veranos. Pero es un buen pijama. Intento que no se llene mucho de esos pelos de perro que tanto odiabas.
Te cuento que aprendí a caminar sola, a enlazar sueños en mi mente que se harán o no realidad, pero ahí están.
Aprendí a vivir sin "Buenos días", excepto los que me da Alexa por la mañana, porque asi se lo enseñe...le cambie la voz por una de hombre...no se por que.
Aprendí a entender que lo que no podía ser, no podía ser, por mucho que me empecinara en que fuera, y que, en verdad, eso es lo mejor, lo justo.
Aprendí que a veces decimos palabras que odiamos haber dicho, por injustas y feas, pero ahi se quedan dichas, y no hay marcha atrás.
Mi vida sigue siendo igual, con sueños y aspiraciones pero igual...trabajo, paseos con los perros...etc.
¿Recordarte?...Si, a veces, pero obligándome a que no sea demasiado...lo suficiente para recordar tus ojos, tu sonrisa, sin llegar a la parte fea de las broncas, que no es cuestión de tener pesadillas, sino mejor soñar bonito...
Hoy te recordé, sin rencor, sin pesadillas, solo tus manos ardiendo en mi piel...eso no es fácil de olvidar.
No se por que escribo esto.
Ya no dueles...creo
Ya aprendí la lección...creo
Hoy ya no estas.