Tras mi propia experiencia personal, y
hablando mucho del tema con mis amigas, he llegado a la conclusión de que a
veces los hombres piensan que tenemos un botón de activación de súper estrella
del porno.
Me sorprende cómo a veces creen que tan sólo por tenderse en la cama al
lado nuestro inmediatamente vamos a empezar a babear por su sola presencia.
Seamos sinceros, puntualmente algunos días al
mes, la libido de la mujer se encuentra en un punto en el que literalmente
arañamos la pared por una buena sesión de sexo.
No recuerdo dónde leí que para tener ganas de
sexo había que estar varias horas al día pensando en sexo. Y volvamos a ser
sinceros, cuando pelo una zanahoria para el pisto, en lo que menos pienso es en
su interesante forma o en cómo me recuerda a ese tan grato instrumento de
placer que poseen nuestros queridos hombres. Pienso en que a continuación tengo
que picar una cebolla, poner la lavadora, terminar tareas del trabajo,
solucionar problemas infantiles, económicos, etc.
Por otro lado, quizá deberíamos hablar del
tema del erotismo:
¿Dónde quedó aquel roce fortuito
cuando pasabas a mi lado?, ¿dónde quedó aquel susurro en el oído que erizaba mi
piel?, ¿dónde quedó aquella mano bajando desde mi cuello a la base de mi
espalda?, ¿dónde quedó aquel pequeño mordisco en mi oreja que hacía correr
regueros de fuego por todo mi cuerpo? ¿Dónde quedó aquel beso apasionado que
surgía de pronto, sin otra motivación que la de dejar tu deseo marcado en mi
boca? Las mujeres, Señores, necesitamos
que nos eroticen.
Y ahora, quizá, deberíamos hablar del cariño:
Me gusta que me abraces por
detrás cuando no lo espero. Que me digas qué guapa estoy hoy o que bien me
sienta ese peinado nuevo. Que me digas que hoy tú harás la cena. Que tengamos
conversaciones sin fin sobre nuestros sueños, nuestros miedos… Estar contigo en
el sofá abrazados los dos viendo cualquier cosa en la tele. Y no, no me llames
romántica, llámame persona, persona que necesita sentir que el amor sigue ahí.
No hay nada que ponga más caliente a una mujer que sentirse amada.
Sé que vosotros, normalmente también andáis
con vuestros quebraderos de cabeza y vuestras propias mierdas diarias a
cuestas, por eso también sé que sois capaces de entendernos.
Si no hablamos, si nuestras manos no se
encuentran a lo largo del día, si nuestros cuerpos no se rozan, si no hay una
mirada o una sonrisa que rebose amor, si no intentamos, los dos, mantener viva
la llama, cuando llegue ese momento quizá mi mente y mi cuerpo sólo deseen
dormir y soñar con lo que me falta.
Señores, no pretendan encender el
botón tan rápidamente....aprendan a jugar un poco antes con
el.
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