miércoles, 24 de abril de 2019

EL ANTIFAZ ( Relato Erótico)


MIERCOLES

Acababa de llegar a casa y desnudarme para meterme en la ducha. Había sido un día duro y hubiera dado lo que fuera por estar acompañada de alguien que metiera la lengua entre mis muslos hasta que gritara de placer.
Entonces, sonó el aviso de un SMS en mi móvil… Un número que no conocía…
“Si quieres disfrutar de una velada caliente y sensual, acude a esta dirección el viernes a las 21.00 horas. Lleva un antifaz…colócatelo antes de llamar. Atrévete, te va a gustar.” Y una dirección…
¿Quién podía ser? no voy dando mi número alegremente por ahí…
Pensé que podía ser una broma, me dejó descolocada, y decidí dejarlo aparcado. Era miércoles, ya pensaría que narices significaba esto mañana.

JUEVES

Llevaba todo el día dándole vueltas al mensaje. Reconozco que de imaginar que podía significar, andaba húmeda y caliente como una perra en celo, todo el día.¿Seguía mis instintos de “niña” precavida o dejaba la mojigatería a un lado y me atrevía?. Me compre un antifaz…por si acaso.

VIERNES, 9 DE LA NOCHE

Allí estaba, subiendo aquella escalera…con mi body negro de encaje que se abría en la entrepierna, mis medias negras de red, un vestido negro ajustado, unos taconazos…y un antifaz en la mano.

Mis pezones pugnaban por atravesar la fina tela del body, mi clítoris palpitaba de anticipación. ¿Qué me esperaba tras aquella puerta?

Me coloqué el antifaz…y llamé.

La puerta se abrió y note una mano fuerte que se apoyaba en mi cintura y me llevaba hacia dentro. Anduve a ciegas guiada por aquella mano hasta notar una cama, en la que me senté. Sonaba una música sensual de fondo…mmm… ¿conocía aquella música?

Sentí una copa que se acercó a mis labios…champan…tenía la boca seca…si, me vendría bien.

Unos dedos rodeando y examinando mis labios suavemente…Un dedo se introduce en mi boca…lo chupo y recorro con mi lengua.

Y entonces esos labios ardientes y suaves en los míos, esa lengua caliente, entrando en mi boca, enroscándose con la mía…esa sensación viajando directamente desde mis labios al centro de mi vagina. Me pregunto qué demonios tiene esta boca que me ha elevado de 0 a 1000 en un segundo.

Su boca viaja hasta mi cuello, lamiendo, mordiendo, saboreando en el camino, mientras siento unas manos masajeando mis pechos por encima de la ropa.

El vestido empieza a bajar…Allí estaba yo…con mi body negro…Y escuche el ruido de una cremallera al bajarse… Mi desconocido (o desconocida), estaba delante de mí.

Una mano guiaba mi cabeza…noté su olor, salado y almizclado…y entonces descubrí que era un desconocido. Me incliné y besé el prepucio, acariciándolo con la lengua. Su mano empujó sobre mi nuca un poco más. Separé mis labios y rodeé con ellos su sexo.

Escuchaba su respiración entrecortada.

Mis pezones estaban tan duros que se apretaban con fuerza contra el interior del body.

Los labios de mi sexo latían al tiempo que mi vagina se llenaba de fluidos y humedecía la parte de abajo del body.

Mi boca subía y bajaba deleitándose con el sabor y contacto de su sexo dentro de ella.

Me sentía extrañamente liberada, siendo controlada, cuando en mi vida tengo que controlar tantas cosas…extrañamente segura.

De pronto, él se retiró…

Sentí sus manos acariciando mis piernas, por encima de las medias, y deteniéndose al llegar a la piel desnuda sobre el encaje de la media.

Suspiré de satisfacción cuando sentí una mano que se hundía entre mis muslos, y abría mi body. Sus dedos me recorrieron desde el clítoris hasta la entrada de mi vagina, metió uno dentro y escuche como lo metía en su boca y lo saboreaba, y un susurro de placer. Volvió a meter otro un momento, y luego, lo saco.

Un suspiro de frustración y deseo escapó entre mis labios.

Y entonces sentí su boca atrapando uno de mis pezones mientras bajaba el body hacia abajo. Succionaba, chupaba, mordisqueaba y de mi boca escapó un “por favor”,

Deseaba sentirlo dentro de mi…casi no podía aguantar más.

Sus dedos rozaron mis labios pidiéndome un poco más de paciencia. Mi lengua rozo sus dedos al pasar.

Y entonces sus manos separaron mis muslos y sentí su cabeza entre ellos y su boca acercándose allí donde más deseaba sentirlo…

Su lengua empezó a recorrerme por entero, a hundirse dentro de mí, bebiendo de mi.

Y metió un dedo, y luego otro dentro. Su lengua se movía a la vez que sus dedos entraban y salían de mi . Sentí que gritaba de placer. De mi boca volvió a salir un “Por favor, dámelo ya, follame”…pero el siguió dándome placer con su boca y sus dedos.

Cuando creí que no podía más y que iba a correrme como nunca lo había hecho…paró y me ayudo a ponerme en pie.

Me dio la vuelta y empezó a acariciar mi culo. Noté como ataba mis manos a lo que parecía un poste de la cama, dejándome doblada por la cintura y totalmente expuesta.

Empezó a pasar sus dedos por mi vagina y a meterlos dentro. Podía oler el aroma de mi propia excitación. Y de pronto, azoto mis nalgas. Me retorcí para protestar, pero él me sujeto con fuerza. Sus labios besaron mi nuca y, entonces, sentí, la punta de su pene, rozando la entrada de mi centro de placer.

Poco a poco, fue entrando en mi. Cuando estuvo dentro, llenándome, abrí aún más mis piernas. Empezó a moverse lentamente y, poco a poco, fue aumentando el ritmo…

Empezó a moverse con fuerza mientras yo dejaba escapar un “fóllame”.

Sus testículos azotaban mis nalgas mientras su verga se hundía dentro de mi, haciéndome gritar de placer.

Mi sexo envolvia por completo el suyo, sintiendo su roce dentro.

Finalmente, el goce fue tan intenso que sentí una oleada de placer que me llenaba, corriéndome mientras gritaba como una loca.

Permaneció en mi interior, quieto, mientras mi vagina aún se contraía apretando su miembro dentro de mí.

Me desató y me tendió en la cama. Abrió mis piernas y volvió a entrar en mí, con fuerza.

Le dije “ Si, por favor, sigue, no pares”.

Empecé a mover mis caderas al ritmo de sus embestidas. Sentía en el oído la respiración cada vez más acelerada de él.

Percibí el momento en que se dejó ir y se corrió dentro de mí, como su sexo se movia por el orgasmo y crecía, y eso hizo que yo volviera a correrme otra vez.

“Ahora quiero sentir tu piel pegada a la mía mientras miro tus hermosos ojos…" 

Parpadee para aclarar la vista…

“Eres tu” …dije

“¿Un poco de champan… y seguimos?”

“Será un placer…siempre lo es, contigo”.


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