KAIBA
Llegaste a mi vida un dia de Abril, entre revoloteo de alas de mariposa, arrullos de pájaros y alegres colores de flores recien nacidas.Tu maullido lastimero llegó a mis oidos y tu hermanito Nano, tu perro querido, aquel que siempre jugaba contigo, que te reñía cuando hacias una trastada, me llevó tirando hasta ti. Me costó cielo y tierra sacarte por aquella alambrada de aquel rinconcito donde llorabas el abandono de tu mami, el frio y la falta de alimento y cariño. Y, sin saber que hacer contigo, te llevé a casa.
Una pequeña bolita peluda, a quien darle biberón, a quien Nano lamía y olisqueaba. Que, falto del calor de una madre gata, dormía acurrucado a un perro.
Y buscaba un hogar para ti.
Pero entraste en nuestras vidas como un vendaval de ternura y alegría, te engarzaste en nuestros corazones con una fuerza que hizo que no pudiéramos entregarte a nadie. Te quedaste con nosotros.
Dos años y medio de amor, de travesuras, de juegos. Tu, mi gato-perro. Te comías los lazos de mis biquinis, los tirantes de mis camisetas si los dejaba a tu alcance, y solo los mios, no se por qué, mi petardo. Correteabas incansablemente con Nano y Cookie, revolcándote y mordisqueando como si fueras otro perro mas. Venias a saludar corriendo en cuanto llegabamos a casa. Llenaste de vida a tus hermanos gatos Ank, Mum y Kurai, mayores ya, que empezaron a jugar de nuevo porque eras tan pesado que lo conseguías.
Eras sociable y bueno cuando veías algun pobre gato callejero que venía a la ventana a pedir comida. Te gustaba ponerte en la ventana al sol, mirando la calle, jugar con tu "boa" de pelos llevándola en la boca de arriba abajo por la escalera.
Metías tu cabecita en el hueco de mi cuello, ronroneando, esperando que te abrazara. Lamias mis lágrimas si lloraba.
Eras cariñoso, especial, y todo el mundo te quería.
Hoy hace un mes que te arrebataron de mi lado, y hasta ahora no pude ni tan siquiera coger el bolígrafo para escribir sobre ti. Duele tanto...
Te fuiste de mi lado entre hojas caidas y revoloteo de pájaros volando hacia lugares mas cálidos.
Llegaste una primavera...y te fuiste un otoño.
Maldita noche aciaga, maldita ventana abierta y mosquitera rota, maldita noche eterna buscándote como loca.
Maldito tu, por tener miedo y no confiar en mi cuando te encontré, maldita yo por no ser capaz de atraerte a mis brazos que estaban deseando acurrucarte. Te tuve tan cerca...si tan solo hubiese sido un poco mas... Maldita mala suerte.
Malditos los pasos que te encaminaron a aquel lugar.
Porque mi pequeñito, no todos los perros te querían como lo hacian Nano y Cookie, que aun te buscan incansablemente por los rincones de la casa y lloran tu ausencia, como yo. Y aquellos perros solo querian hacerte daño.
Y tras esa horrible noche andando y buscándote sin descanso, llegó el mazazo, el dolor punzante y horrible, cuando vi tu cuerpecito sin vida al lado de aquel perro.
Mi niño, mi pequeñito.
A duras penas conseguimos pasar un dia mas sin ti, sin tu cariño y tus travesuras, tu alegría.
No hay consuelo, solo habrá tiempo que mitigue el dolor, pero siempre estarás en nuestros corazones.
Espéranos jugando con nuestra Suna que también se nos fue y a la que tanto echamos de menos aun.
Espéranos entre mariposas revoloteando, flores de colores brillantes y pájaros cantando a tu alrededor.
Lindo angelito, fuiste especial hasta para las personas que te conocimos poco tiempo. Te seguire viendo en la ventana de los sueños.
ResponderEliminar