SOÑANDO EN LA LLUVIA
Anoche soñe que recorria un camino.
Y en ese camino mis pasos, uno tras otro, me llevaban por valles o
montañas. En él, a veces tropezando y a veces como si fuera una brisa
suave, cálida y ténue, llegaba a alcanzar mis sueños e ilusiones. A
veces, también, veia como estos se quedaban a un lado del camino, como
simples retoños de una flor que no llegó a nacer.
En el camino había lugares mágicos, como aquel en el que encontré
la vida, amaneciendo a raudales y llenándome de dicha, porque esa vida
salía de mi cuerpo y de mi alma. Esa vida que siempre estará ahi, que
siempre será importante.
Y también encontré lugares llenos de traición, de duda, y de
fracaso en algunas montañas que hube de subir para resurgir de las
tinieblas que las rodeaban. La tarea de escalar esas montañas fue dura y
complicada.
Pero cada vez que llegaba arriba me encontraba con un sueño, con el
mas maravilloso de todos: volver a sentir la ilusion y el amor en mi
corazón.
Y aquel amor que veía alli arriba, inalcanzable, en el cielo junto
al sol, llenaba todos los poros de mi piel y todos los rincones de mi
alma.
El camino tenía una sola dirección y sólo podía seguir hacia delante.
Y por eso mismo, ese sueño se me escurría de las manos.
Hubiera querido ser como las cumbres de las montañas que pisaba, cubiertas de frio y de hielo.
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